La logística inversa es un instrumento instituido por la Política Nacional de Residuos Sólidos - PNRS, y se destaca como uno de los medios más decisivos para garantizar la correcta eliminación y reciclaje de los residuos. El sistema consiste en un proceso que planifica, opera y controla el flujo y la información logística con respecto a la devolución de los materiales después del consumo para las empresas que fabrican este producto.
Este es un proceso de gestión del producto después del final de su ciclo de vida. El objetivo es neutralizar el impacto ambiental que estos desechos pueden causar si se eliminan incorrectamente a través de un destino final limpio.
La logística inversa es una herramienta para la sostenibilidad, ya que es un instrumento para el desarrollo económico y social que permite la recolección y devolución de residuos al sector empresarial. Estos residuos se reutilizan en su ciclo o en otros ciclos productivos, o se envían a otro destino final ambientalmente apropiado.
Un sistema de logística inversa bien estructurado ayuda a la empresa a reducir los costos de transporte, almacenamiento, tratamiento y eliminación de residuos. Para esto, es necesario definir las ubicaciones estratégicas para la devolución del producto post-consumo, contar con proveedores calificados y asociaciones adecuadas para recibir el material.
La logística inversa ayuda a mejorar las ganancias de la organización y a reducir los costos. La reutilización o el reciclaje de los materiales devueltos genera ahorros en los recursos financieros que se utilizarían para comprar materias primas. Por lo tanto, el margen de beneficio aumenta.
Además, el sistema mejora la relación de la empresa con el cliente. Ya que demuestra que esta empresa se preocupa por el medio ambiente y el servicio al cliente.