Muchas marcas ya están apostando por esto y el volumen reciclado ha aumentado, pero el trabajo aún está en pañales. El concepto de economía circular es el más perseguido por las empresas.
Uno de los mayores males hoy es el desperdicio tecnológico. Es común que las personas donen o vendan sus aparatos viejos, pero hay una parte de ellos que se olvida en un cajón o se deposita en el bote de basura. Una encuesta de la ONU señala que en 2016, se crearon 44,7 millones de toneladas de desechos electrónicos en el mundo. De este total, solo se recicló el 20% o 8.9 millones de toneladas.
Muchas empresas tecnológicas ya están invirtiendo en programas de logística inversa y reciclaje para garantizar que sus productos se eliminen adecuadamente cuando lleguen al final de su vida útil. Aun así, todavía hay un largo camino por recorrer para una conciencia realmente amplia del tema.
Uno de los más comprometidos es Apple, parte de su esfuerzo para abordar esto es en un laboratorio en Austin, Texas, que está investigando nuevas formas de reciclar productos electrónicos. El año pasado, de los casi 9 millones de teléfonos recibidos por Apple, 7.8 millones fueron renovados y enviados a nuevos usuarios, mientras que 1.2 millones fueron tratados.
Desafortunadamente, otros equipos se reciclan de manera diferente. Los dispositivos se rompen para que sus componentes internos queden expuestos. Con esto, es común que los elementos se mezclen, en general, se deteriora su reciclaje. Sin mencionar los residuos producidos en este intento de eliminar los residuos electrónicos.
Además de Apple, otras marcas ya buscan disfrutar de artículos reciclados. Por ejemplo, Lenovo, el mayor fabricante de computadoras del mundo, informa que, como parte de su política de responsabilidad social, cada vez usa más plástico reciclado en su línea de equipos. HP ya no usa papel de reforestación y tiene productos hechos de plástico reciclado. Dell ya utiliza plástico extraído de los océanos en su embalaje. Además, la compañía practica una política de recolección de sus equipos para el reciclaje adecuado.
Samsung, el mayor fabricante de teléfonos del mundo, dice que recuperó 2,64 millones de toneladas de productos para reciclar entre 2009 y 2016. Huawei es otra apuesta en la economía circular: la idea es que todos los recursos se reutilicen para maximizar el valor del producto y reducir el consumo y el desperdicio, así como el impacto en el medio ambiente.
Una idea para el futuro puede ser el alquiler de dispositivos. Por lo tanto, con cada nueva versión, el cliente devolvería el dispositivo antiguo y tomaría uno nuevo. Esto garantiza que los dispositivos se envíen para su renovación o reciclaje y que disminuya la producción de residuos.